La hermana Vicenta Escudero acude dos días por semana al barrio del Raval de Barcelona.
Da clases de español a emigrantes, la mayoría asiáticos. Necesitan aprender un poco el idioma y justificar haber recibido clases para facilitarles la documentación necesaria de estancia y residencia en el país. Este mes de enero está siendo especialmente difícil debido al desbordamiento de contagios de las nuevas variantes del covid, tanto, que diferentes ONGs están notando la retirada de voluntarios para atender a los más vulnerables por miedo al contagio.
En EKUMENE, la entidad que organiza esta formación, se planteó suspender las clases, dado que la mayoría de voluntarios/as superan la edad de jubilación. Sin embargo, una vez más el servicio y la entrega a los otros ha pasado por encima de la pandemia y así, con frio matutino, ventanas abiertas, y dos mascarillas han optado por seguir ofreciendo este voluntariado con todas las consecuencias.
